PUBLICADO EN "ECOS" EL 13/12/08
Violencia en las barras Ruben Alliaume | Montevideo
|"Son de repudiar los incidentes en las barras del Palacio Legislativo cuando se votaba la ley de Educación del gobierno frenteamplista.
No existe justificación alguna para estar de acuerdo con las actitudes de quienes fueron invitados a abandonar el recinto, y su reacción de rechazo. Fue muy fuerte, muy duro de asimilar, muy triste.
Pero esa gente votó al Frente Amplio. Esa gente fue alentada desde su niñez y juventud a votar a ese grupo político para realizar enormes reformas cuando llegaran al gobierno, al poder. Entre ellas, la enseñanza fue uno de los caballitos de batalla que atraía votos de maestros, profesores, alumnos, padres de alumnos, etc.; en la esperanza que aquella `terrible forma de educar` que colorados y blancos aplicaban, sería, con excelentes planes y métodos, mejorada sólo por esa fuerza política cuando obtuviera el gobierno.
Ante el mamarracho que se votaba, que no es reforma alguna, que mantiene en casi todo aquello tan criticado que iban a cambiar, que se apuró su puesta en las cámaras legislativas aún sabiendo que era totalmente vacía de contenido, porque vienen las elecciones y el Frente Amplio no sabía qué ni cómo legislar para una verdadera reforma educativa.
Ante eso, es comprensible que quienes creyeron aquellos versos de los cambios se sintieran defraudados, traicionados, engañados por los mismos que hace varios años criticaban todo lo que ahora en el poder no saben cambiar.
El vicepresidente Nin Novoa denuncia a sus votantes, a sus engañados, por la actitud de violencia. Primero, como responsable del funcionamiento del Palacio Legislativo, demostró una carencia total en cuanto a la seguridad del mismo y la falta de previsión. ¿Acaso suponían que irían a aplaudirlos?
Segundo, tan rechazable es la actitud de esos violentos como la ley que crearon y firmaron seguramente los integrantes del Poder Ejecutivo, que no son otros que sus compañeros de partido, del famoso `Programa de gobierno frenteamplista`, de ese mamarracho llamado ley de Educación.
Lamentablemente, tal vez Nin Novoa recién se dé cuenta a fines de noviembre de 2009 que el rechazo no era sólo de esos pocos inadaptados. Jubilados, pensionistas, maestros, profesores, policías, enfermeras, médicos, militares, comerciantes, gente de campo, industriales, etc., sin violencia, tal vez le hagan retirar a él y los suyos no de las barras, de los sillones que no han sabido ocupar dignamente."
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