DOCENTE CANTA LA JUSTA EN DIARIO EL OBSERVADOR

NACIONAL - EDUCACIÓN
Ser profesor entre presiones
Docente relata que los directores ordenan subir calificaciones y acotar el programa


Juan es profesor de Historia en distintos liceos públicos de la ciudad de Paysandú desde el año 2005, cuando se recibió como docente, actividad que describe como su vocación. Según relata, se siente frustrado por el sistema de enseñanza que, según él, determina el bajo nivel de los estudiantes. Relata presiones de inspectores en sus visitas, y de directores, ya sea en lo cotidiano o en las reuniones de profesores, para que los docentes eleven las calificaciones de alumnos que, de otro modo, repetirían. Juan, en realidad, es el nombre ficticio del profesor. El docente primero había aceptado ser nombrado pero luego pidió mantener su identidad en reserva. “Esto me puede costar la carrera, porque la persecución laboral es muy grande”, se excusó. Además contó que se desafilió de la Federación Nacional de Profesores (Fenapes) por no sentirse representado. A continuación su relato: 

El estado de la educación es conocido. Los muchachos llegan prácticamente semi analfabetos al liceo por el tema de los pases sociales de Primaria. Todo un tema, también, es cómo te piden que des el programa y lo qué te exigen que des. Además, el nivel de exigencia viene en descenso. 

Hay presiones para que des menos cosas o para que no des otros temas, o que las des por arriba. Estamos formando gente que no tiene las herramientas mínimas para enfrentarse a un empleo.

El problema que todos nosotros (los docentes) vemos es que vos vas con una propuesta y las autoridades van por otro camino. Hay presiones por parte de las direcciones para que los estudiantes no repitan.  Vos no vas a enseñar, vas a retener a los alumnos. Eso se traduce en los resultados que estamos viendo, con la repetición cerca del 30 %. 

Con los programas pasa todos los años. Viene el inspector y te dice: esto no, esto no o esto dalo por arriba. Entonces, ¿qué aprenden los gurises? ¿Qué les das? Eso te asusta un poco y te frustra porque al final de cuentas no se ve un objetivo claro en cuanto al nivel de formación que se quiere dar. 

Supuestamente tenemos libertad de cátedra pero la libertad de cátedra es velada. Si ven que vos estas manejando cierta bibliografía que no les gusta no te van a decir que no la uses, pero te lo van a hacer sentir en la nota. 

Está todo muy sesgado entonces: cuando viene el inspector tenés que hacer todo lo que el inspector quiere. Más en Historia,  donde es un tema complicado. 

Hay docentes jóvenes que tienen miedo pero hay otros que dan los temas; y por vergüenza intelectual lo tenés que dar porque si no estás estafando al alumno. Toda la parte de historia nacional es complicada. La reciente depende como la des, y también con el proceso de creación de Uruguay y el artiguismo se complica. Esa es la parte más dura donde hay consenso en que Artigas no se toca. 

Han volado muchos contenidos de historia nacional y entonces los gurises de sexto salen sin saber las fechas patrias. Hay un poco en segundo y un poco en quinto, el resto es todo historia universal. Los alumnos salen sin saber la mitad de lo que sabíamos nosotros y lo poco que saben está recontra sesgado.

El maquillaje
Acá en Paysandú todos los liceos son de contexto crítico en cuanto al aprendizaje. El nivel viene bajando desastrosamente año a año. En la repetición hay mucho maquillaje de números y mucha presión de los directores para que subas uno o dos puntos para que los alumnos no queden repetidores. Estando en una reunión he visto presionar a los docentes para que suban un punto porque hay muchos repetidores. Eso es cosa de todos los días. 

Yo soy efectivo grados dos y si me bajan el puntaje no me afecta mucho porque voy a seguir en mi grado. Donde está la mayor presión es en los gurises que se reciben recién. Esos muchachos dependen de la nota para conseguir trabajo y si les bajan dos o tres puntos les pesa porque los pueden condenar al desempleo.

En la escuela el índice de repetición bajó pero porque los dejan pasar de año. Aplican eso que se llama “pase social”; entonces en primero te topás con un gurí analfabeto, pero literalmente. Entonces tenés que remar para que ese niño aprenda lo mínimo que tiene que aprender para comprender un texto. Pero está condenado al fracaso y esos gurises terminan desertando.

Otro tema es que se discuten cargos en el Codicen, en Secundaria, y no se habla nada de los programas. No se ha escuchado una sola palabra acerca de lo que vamos a dar y eso te va frustrando.

Muchos colegas míos han dado concursos en otros entes o cuando hubo llamados de las forestales se han ido todos. Además el incentivo económico no es de los mejores. Yo soy grado dos y por 20 horas gano $14.500. ¿Quién se va a quemar por $14.500 si cualquier forestal te paga mucho más? 

Yo hago mi trabajo por vocación. Podría haber hecho cualquier cosa pero hice esto porque me gusta. Los profesores luchamos a brazo partido pero el tema no pasa solo por los alumnos. 

También está en los padres. Por ejemplo, una muchacha con promedio ocho empezó a faltar y se la llamó del liceo para saber por qué faltaba. Atendió la madre y respondió que no iba a ir más porque como estaba preparando el cumpleaños de 15 la madre le dijo que dejara el liceo. Entonces, ¿cómo luchás contra eso?

Lo que te asusta es lo que estamos formando y para qué lo estamos haciendo. Estamos formando otra generación perdida porque no tienen las herramientas mínimas para adaptarse al mundo del trabajo.


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