VERGONZOSO LAVADO DE CEREBRO
LA COLUMNA DE PEPE PREGUNTÓN
DIARIO EL PAÍS
ESTO RECIÉN EMPIEZAUno de mis nietos, ya adolescente, va a un colegio privado. Sus padres hacen un esfuerzo y pagan unos cuantos miles de pesos para que el muchacho reciba una buena educación.
Hace algunos días me enteré que mi nieto llegó del colegio contando que la profesora de Historia, la misma que dio Estados Unidos en una semana pero que pasó dos meses hablando de la revolución soviética, se refiere al señor José Mujica Cordano como "un héroe" en el que los jóvenes deben mirarse. La docente asegura que el hoy candidato presidencial del Frente Amplio "fue un hombre que enfrentó a la dictadura" y al que, como castigo, "los militares arrojaron a un aljibe donde sobrevivió tomando su propia orina".
Llamé de inmediato a mi hijo y le pregunté qué pensaba hacer. "Nada", me respondió. Si protesta, la profesora marcará a mi nieto y otros profesores del mismo colegio, que renguean de la misma pata, podrían hacer lo mismo. Y ni siquiera serviría cambiarle de colegio, porque la marca se iría con él.
Hace algunos días me enteré que en un reputado colegio de Carrasco, un docente dijo en clase que "los colorados son todos unos ladrones". Uno de sus alumnos es hijo de un conocido dirigente colorado cuyo buen nombre nunca estuvo en duda. Pero ese padre debió soportar que, al llegar a casa, su hijo le preguntara si él también había robado durante el gobierno de Jorge Batlle. El padre, indignado, fue a buscar al docente. Pero el daño ya estaba hecho.
Son dos casos, pero todos sabemos que no son los únicos. Hace muchos años la izquierda se adueñó de la enseñanza. Desde allí ha deformado y sigue deformando mentes. No enseñan a escribir sin faltas de ortografía. No forman en valores. Pero sí lavan cerebros. Y todo ante la pasividad de todos nosotros, que por miedo a la represalia contra nuestros hijos y nietos simplemente los dejamos hacer.
La izquierda ha deformado la historia reciente a su gusto y, con la verdad adulterada, forma a las nuevas generaciones. Y nosotros, el resto, se lo hemos permitido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario